domingo, 4 de septiembre de 2011

Trondheim: la catedral de Nidaros

La catedral de Nidaros es quizás la vista más representativa de la ciudad, junto a sus casas de madera. Nidaros era el antiguo nombre de la ciudad, que lo ha mantenido en la catedral. Esta es una de las más importantes de Escandinavia, y la más importante de Noruega. Antes de la abolición de las ceremonias de coronación, era aquí donde se coronaba a los reyes de Noruega entre los siglos XIX y XX.

Catedral de Nidaros

Su origen está ligado a la figura de San Olaf, rey de Noruega de 1015 a 1028, y muerto en la batalla de Stiklestad, que sería el capítulo siguiente a la historia que os conté en un post anterior. Olaf murió en la batalla y su cuerpo fue sepultado junto al río. Cuenta la leyenda que al exhumar el cuerpo, este estaba intacto, iniciando así su culto, que culminó con su canonización en 1031. En su tumba se construyó una capilla en 1035, que tras sucesiones obras acabaría terminando en lo que es hoy la catedral, comenzando su construcción en el siglo XII. El octógono da la catedral es el sitio original de la antigua capilla.

Detalle de una de las puertas laterales

El edificio ha sufrido numerosas restauraciones a lo largo de su historia, en gran parte debido a los continuos incendios que la asolaron, prácticamente una vez o dos por siglo. Con la entrada de la reforma protestante y la unión con Dinamarca, dejaron de llegar los medios económicos y se fue dejando de lado su restauración, y se cambió bastante su imagen, simplificando porque no había medios para más. Sin embargo, a finales del siglo XIX se acometió una importante restauración con la idea de retomar la imagen original de la catedral, como uno de los símbolos más importantes del país.

Fachada oeste de la catedral

La visita conjunta a la catedral, palacio arzobispal y joyas de la corona, cuesta 120NOK, unos 15.50€. Dentro de la catedral, se puede subir a la torre y dar una vuelta por la parte superior, con lo que se pueden obtener unas vistas impresionantes de la ciudad. Lamentablemente, no sé qué he hecho con las fotos desde la torre y las del palacio, porque no las encuentro por ningún lado. Debo haberlas borrado pensando que estaban ya en el ordenador, una pena, porque había unas vistas maravillosas de toda la ciudad y el fiordo. Eso sí, la subida es larga por una escalerilla de caracol, te lo avisan bien claro antes, por si acaso.

La visita a la catedral y al palacio es muy recomendable, es un dinero bien invertido por ver el monumento más representativo de la ciudad y uno de los más importantes del país. La fachada oeste, la vista más famosa de la catedral, es muy bonita. Hay varios bancos enfrente, al otro lado de la plaza, para poder sentarse y descansar de cara a la catedral, quizá con un buen café en la mano.

La vidriera de la fachada oeste

La visita al palacio también es muy interesante. Tiene tres plantas y cuenta con numerosos elementos originales de la catedral y del palacio, así como información sobre las distintas restauraciones, tanto de aquella como del palacio. Entre los elementos originales quedaban varios muros de los edificios originales, así como una ceca. Aparte de las joyas de la corona, también hay un museo militar, de entrada gratuita, con algunos uniformes de diferentes épocas, que ya estando allí y debido a su nulo coste, es una opción más para completar la mañana.

En la catedral hay tours en inglés, mientras que el palacio es de visita libre, aunque tienen notas en inglés, además de noruego. Ahora mismo no estoy seguro si los tours en inglés eran durante todo el año, o solo en los meses de verano.

Vistas de la catedral desde la otra orilla del río

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