martes, 21 de febrero de 2012

Santander

Tuve la oportunidad de conocer Santander el verano del año pasado, y me pareció una ciudad que, si bien no presenta un gran riqueza histórica por diversos motivos, como recientes incendios, sí es muy agradable y puede ser una buena base de operaciones para hacer rutas por la región, ya que dispone de buenas infraestructuras al ser una ciudad grande, cercana a los 180000 habitantes en la actualidad. 

Santander es una ciudad portuaria del norte de España, capital de la comunidad autónoma de Cantabria. Sus orígenes se remontan al dominio romano de la Península Ibérica, aunque no está claro si se corresponde a la citada Portus Victoriae Iuliobrigensium, disputándose su ubicación con Santoña. En cualquier caso, se han encontrado restos romanos en la Península de la Magdalena y en el Cerro de Somorrostro, zona esta última que hoy forma parte del eje central de la ciudad.
Ayuntamiento de Santander
Catedral de la Asunción de Nuestra Señora

Los alrededores de la ciudad, y en general toda la provincia de Cantabria, muestra un verde exuberante debido a la presencia de bosques, sobre todo siglos atrás. Para aprovechar esto, se mandó construir un astillero en las cercanías; la ciudad estaba obligada a entregar una nao cada año a la monarquía. 

Durante los siglos XII y XIII se procede a construir la muralla de la ciudad, al menos la parte que no daba al mar, con la idea de proteger los edificios principales y la abadía, situada en lo que hoy es la catedral de Santander. Hoy día no quedan restos de ella en la calle, ya que fue demolida debido al expansionismo urbano durante los siglos XVIII y XIX. 

Como curiosidad, en el siglo a finales del siglo XV hizo escala en la villa la armada de Flandes, desembarcando Margarita de Austria para casarse con el heredero de los Reyes Católicos, Juan de Aragón y Castilla. El problema es que con la armada vino también la peste, y fallecieron 6000 personas, que por aquel entonces eran tres cuartos de la población total. Esto supuso un duro golpe para la ciudad, del que no terminaría por recuperarse del todo hasta tres siglos después. Ya en el siglo XIX la ciudad de Santander lideraría los intercambios del norte de la Península con los principales puertos americanos.
Biblioteca de Menéndez Pelayo
Edificio de Correos
Más adelante, con el auge del veraneo y los beneficios de los baños de olas, se creó la ciudad-balneario de El Sardinero, convirtiéndose a principios del siglo XX en destino estival de la clase alta española. El propio rey Alfonso XIII mandó construir el Palacio de la Magdalena en la península de mismo nombre, anexa a El Sardinero, utilizándola como residencia de verano. Pero del Palacio de la Magdalena hablaré en otro post más adelante.

Hay que destacar también que la ciudad ha sufrido numerosos desastres, que han dañado sus distintas capas históricas. Entre ellos hay que destacar la explosión del Cabo Machichaco, barco que estaba cargado con dinamita (de la que no se había dado parte o se había ocultado su presencia por la autoridad portuaria) y ácido sulfúrico, y de la que llegaron restos a kilómetros de distancia; o el incendio de 1941, bastante reciente y que arrasó durante dos días con la mayor parte de la zona antigua, donde el edificio de Correos fue uno de los pocos que se salvó. Hay varias fotos en ambos enlaces, por si tenéis curiosidad. El accidente del Cabo Machichaco y el posterior incendio marcaron la organización y el estilo actual de la ciudad.

No había estado en Cantabria anteriormente, y me encantaron los paisajes verdes, la fusión de los montes con el mar, la buena comida de tapeo (aunque un poco caro) y los estupendos helados de Regma, que tenéis que probar si vais por allí. Tampoco tenía mucho tiempo disponible, ya que fui por trabajo, y el poco que tuve lo destiné a conocer otros lugares de los alrededores, de los que os hablaré más adelante.
Edificio del Banco Mercantil de Santander
Iglesia de Santa Lucía
Iglesia de los Jesuítas

2 comentarios:

  1. Pues yo Santander la recuerdo bastante cara y... menuda cuesta para subir a la Magdalena! Por cierto, están bien las fotos :-)

    ResponderEliminar
  2. Se come bien, pero es carísima sí. Y cuestas por todos lados, la de la Magdalena la sufrí también, pero la peor era la cuesta para llegar al hostal todas las noches, después de las caminatas que me daba xD

    ResponderEliminar