St. John's College

Cambridge, Inglaterra

Nyhavn

Copenhague, Dinamarca

Río Nidelva desde Bakke Bru

Trondheim, Noruega

Templo romano

Évora, Portugal

Piazza della Signoria

Florencia, Italia

Castillo de Eilean Donan

Dornie, Escocia

Río Duero

Oporto, Portugal

Molinos

Alkmaar, Países Bajos

Fiordo de Lyse

Preikestolen, Noruega

viernes, 27 de enero de 2012

Museo de los Barcos Vikingos, en Oslo

Este fue el único museo que visité durante mi corta estancia en la capital noruega. El Museo de los Barcos Vikingos se encuentra en Bygdøy, una pequeña península al oeste de Oslo, a apenas 10-15 minutos del centro. Se puede llegar por bus o también por barco, si no recuerdo mal. La entrada para estudiantes cuesta 35NOK (unos 4€ y medio, aproximadamente), mientras que la entrada normal son 60NOK, casi 8€. El museo cuenta con los restos de tres barcos, los mejores preservados en Noruega, así como algunos de los restos que se encontraron en las tumbas, y es que estos barcos fueron usado al final como barcos funerarios, encargados de llevar a su inquilino al otro mundo. En el museo también se exponen diversas joyas y herramientas desenterradas en el cementerio vikingo de Borre.


De entre los barcos destaca el barco de Oseberg, conservado prácticamente íntegro y en buenas condiciones. Este barco fue construido en madera de roble y cuenta con algo más de 20 metros de longitud. Fue enterrado en el 834, aunque se piensa que el barco en sí mismo era más antiguo. La madera de la proa y la popa está tallada con motivos decorativos, y se piensa que podía ser llevado por 30 remeros, aunque debido a su fragilidad se piensa que se usaba para trayectos por la costa. En él se encontraron dos esqueletos femeninos, así como un ajuar funerario considerable y restos de caballos y perros. No se sabe con certeza quiénes son las personas enterradas en él, aunque una de las teorías, dada la importancia del ajuar encontrado y de la alta jerarquía que esto implica, es que fue la tumba de la reina Åsa de Agder, la que sería abuela de Harald Fairhair, el primer rey de Noruega. El carro que se encontró es el único completo encontrado hasta la fecha.







Otro de los barcos es el de Gokstad, de finales del siglo XI y desenterrado en 1880. Este barco también está construido mayormente en roble, y tiene algo más de 23 metros de largo, el mayor de los tres expuestos en el museo. Estaba hecho para ser propulsado por 32 remeros. A diferencia del anterior, este sí se diseñó para el mar, y de hecho una réplica suya cruzó el Atlántico saliendo de Bergen, con motivo de la Exposición Universal de Chicago de 1893. En el barco se descubrió el esqueleto de un hombre, y aunque tampoco se sabe quién fue, una de las teorías es que se trata de Olaf Geirstad-Alf. Olaf era el hijo del primer matrimonio de Gudrød el Cazador, quien se acabaría "casando a la fuerza" con Åsa de Agder (la raptó y la violó, tras la negativa de casarse con él), con quien tuvo un segundo hijo, Halfdan el Negro. Por si alguien se lo pregunta, años despueś de tomarla por la fuerza, Åsa se vengó contratando un asesino, que acabó con Gudrød tras una fiesta, y volvió a su tierra natal. En el barco se encontraron también los restos de tres pequeños botes, así como de material hípico y una carpa de madera. Se piensa que parte del ajuar y las armas fueron robadas tiempo atrás. Dos de los tres botes, así como la carpa, se encuentran expuestos en el museo.



Y por último se encuentra el barco de Tune. Este barco se construyó en torno al año 900, también en madera de roble, y fue desenterrado en 1867. Se estima que debía tener unos 22 metros de largo, pero en la actualidad el barco está partido, es el que se encuentra en peor estado de los tres.



Me pareció muy interesante esta visita. El barco de Oseberg es muy impresionante y se encuentra en un estado espléndido de conservación. Hay numerosas explicaciones en distintos carteles, escritos también en inglés, así que podéis interaros de un poco de la historia del descubrimiento de estos barcos, así como de algo de historia vikinga. Los barcos se encuentran bien distribuidos y expuestos, y se puede caminar tranquilamente por alrededor. La exposición de objetos vikingos está bien, aunque es menos espectacular, salvo por excepciones como el carro y alguno más. Por cierto, si tenéis más curiosidad por esta parte de la historia noruega, podéis consultar la Saga de los Ynglings, de donde salen las referencias a estos personajes, como la reina Åsa, Olaf, o Harald Fairhair.

martes, 24 de enero de 2012

El templo de Diana

Uno de los puntos más característicos de Évora es el templo de Diana, aunque sería más correcto decir templo romano a secas, puesto que aunque comúnmente se conoce con este nombre no es seguro que estuviera dedicado a la diosa de la caza y la naturaleza. Se construyó en el siglo I d.C., y se piensa que estaba dedicado al culto imperial, mientas que la asociación con Diana parece haberse hecho muchos siglos después.


El edificio fue arrasado en el siglo V durante las invasiones bárbaras, y a partir de aquí se utilizó para diversos menesteres, como suministrar piedra para construcciones cercanas. Desde la Edad Media hasta el siglo XIX, el templo también sirvió, entre otras cosas, como lugar de ejecución durante la Inquisición, y posteriormente como carnicería, hasta 1870. En la segunda mitad-finales del siglo XIX se derriban los edificios anexos y se restaura el templo, que cuenta con la base de granito. Todavía quedan algunas columnas en pie, hechas también de granito, donde algunas de ellas mantienen todavía los capiteles de mármol de orden corintio, traído desde la cercana Estremoz.


Sin duda, si vais a Évora tenéis que pasear por la plaza donde está el templo. Es una visión bastante bonita, y está muy cerca de otros sitios de interés, como la catedral, el museo de Évora o la universidad. Estoy seguro que tiene que ser especialmente bonito al atardecer, con el juego de luces a esa hora, pero lamentablemente no estuve a esa hora, y además el día estaba lluvioso, lo que limitaba algo el visionado, pero no por ello deja de ser una bonita vista, muy disfrutable. Justo al lado se encuentra la Pousada dos Loios, donde disfrutamos una fantástica comida al lado de un templo romano a un precio más que aceptable.






lunes, 16 de enero de 2012

Paseando por Lindøya

A las puertas del fiordo de Oslo se encuentran varias islas accesibles por barco desde el puerto.  Algunas de estas islas están habitadas, y al pasear por ella uno se encuentra pequeños barcos, las bucólicas casas de madera, y mucha naturaleza rodeada de agua por todos lados. Viajar a estas islas es posible con el mismo ticket de transporte público, así que si por ejemplo compráis el de 24 horas, está incluida la posibilidad de viajar entre las islas (y sin restricción en ese tiempo).


En mi caso, aproveché para hacer un picnic en Lindøya, una de las más grandes. Al parecer sirvió de base para la compañía aérea noruega Det Norske Luftfartrederi, que utilizó Lindøya como base de sus hidroaviones hasta 1920.


Un paseo por una de estas islas es una buena opción para una escapada de picnic en fin de semana si hace buen tiempo. Ya sabéis, una buena comida a la orilla del fiordo, un paseo para bajar la comida mientras uno disfruta de estas sensacionales vistas, y vuelta a casa. Eso fue exactamente lo que hicimos, aunque cuando se fue el sol empezó a hacer bastante frío porque el día estaba nublado, así que corrimos a buscar la parada del barco que nos llevaría de vuelta. Sin más, os dejo con algunas fotos que tomé en Lindøya.










viernes, 6 de enero de 2012

Evora

Évora es una ciudad de unos 56000 habitantes situada a medio camino entre Badajoz y Lisboa, perteneciente por tanto al Alentejo, región bastante parecida a Extremadura. Es por tanto una viaje muy cómodo de hacer en una de mis visitas a Badajoz, y finalmente en 2011 pude disfrutar de ella.

La ciudad cuenta con un centro histórico que es Patrimonio de la Humanidad, que se encuentra en gran medida rodeado por la muralla medieval. No obstante, el origen de Évora se remonta a los pueblos celtíberos, de donde parece recibir su nombre. La ciudad fue conquistada por el Imperio Romano y cuenta incluso con las ruinas de un templo romano, el Templo de Diana, cerca de la catedral.

 Plaza de Giraldo (Praça do Giraldo), Fuente del Renacimiento e Iglesia de San Antao (Igreja de São Antao)
 
 Rúa 5 de Outubro

 Catedral de Évora (Basílica Sé Catedral de Nossa Senhora da Assunção) asomando al fondo

A finales del siglo VI, la ciudad pasó a dominio visigodo, y poco después, en el 715, fue conquistada por los árabes. Évora estuvo bajo control árabe hasta 1165, tiempo durante el cual floreció y prosperó. En 1166 fue conquistada por el rey Alfonso I de Portugal, siguiendo la ciudad con su crecimiento, convirtiéndose en una de las ciudades más prósperas del país, especialmente durante el siglo XV, durante el cual fue residencia de los reyes de Portugal.

Durante los siglos XIV a XVI, Évora se convirtió en un importante centro cultural, siendo cuna de escultures, pintores o compositores. En 1559 los jesuítas fundaron la universidad y estuvieron a su cargo hasta que fueron expulsados. En 1759 se cerró la universidad, y no fue abierta de nuevo hasta después de dos siglos, en 1973.

Alrededores de la universidad

 Acueducto de Évora (en el centro de la imagen)

Évora es una ciudad bonita para pasear, donde se pueden apreciar multitud de edificios históricos, o las casas blancas con motivos amarillos típicas de la zona del Alentejo y ciertas regiones de Extremadura. Además uno respira por todos los rincones de la ciudad ese particular encanto añejo que transmite Portugal. Cuenta también con un importante aliciente, y es la excepcional comida portuguesa, de la que se puede disfrutar a un precio menor que la española. El menú en la Pousada dos Loios, de muy buena calidad y cantidad (buffet libre de postres portugueses, por ejemplo), fueron 20€.

A partir de ahora iré alternando las entradas de distintas ciudades, de manera que no se haga tan monótono el blog. Este es la primera de Évora, pero no será la última, ya que hay más sitios interesantes para visitar que merecen una entrada aparte, como La Capilla de los Huesos, la universidad o el Templo de Diana.



Paseando por Évora

Fachada de un edificio en la Rúa 5 de Outubro

 Pousada dos Loios