miércoles, 7 de noviembre de 2012

Palazzo Vecchio

Llegando hasta la fachada de la basílica de Santa Maria del Fiore y continuando a la derecha por la via dei Calzaiuoli, se llega a la Piazza della Signoria, en pleno corazón de la Florencia medieval. Y en ella se encuentra otro de los edificios emblemáticos de la ciudad, el Palazzo Vecchio. Lógicamente, su nombre original no era Palacio Viejo (hubiera sido gracioso), sino Palacio Nuevo y fue la residencia de Cosme I de Medici, que pertenecía a una de las familias más importantes de la época. Su construcción terminó a principios del siglo XIV, y en la actualidad se utiliza como museo, en el que se puede encontrar pinturas de Michelangelo, así como mapas y mobiliario de la época.

Al llegar a la plaza lo primero que destaca del palacio es su torre, de 95 metros de altura, puesto que el resto de la construcción es muy sobria, dando la impresión de fortaleza. Al parecer la torre sirvió como prisión, además de como puesto de vigilancia de los alrededores. A los pies del palacio se encontraba la escultura del David de Michelangelo, mientras que hoy día se puede ver una réplica. El palacio domina toda la plaza con su presencia, ya que aunque de aspecto sobrio es bastante espectacular cuando se compara con el resto de edificios.


El lema de Florencia: "Gente, gente everywhere"

La torre del Palazzo Vecchio

Al igual que con el resto de lugares no entramos al museo Palazzio Vecchio, puesto que hubiera supuesto dedicar algún par de horas a recorrerlo en condiciones. Pudimos ver la réplica de la estatua del David a la entrada, muy interesante, así como acceder al patio del palacio, donde ya se puede vislumbrar la majestuosidad de un edificio que por fuera no llamar particularmente la atención. Por dentro es otra cosa, las filigranas y detalles esculpidos en las columnas, las paredes ricamente decoradas con pinturas y la fuente y plantas le dan un toque de frescura al patio. Pasado este se llega a una zona más austera otra vez, donde se compran los billetes para el museo; por las fotos que he visto, parece bastante interesante, habrá que apuntarlo para una futura visita.




Ya os podéis imaginar también cómo estaban los alrededores de la Piazza della Signoria, con cafeterías y un movimiento constante de gente por todos lados. Sin embargo, si tenéis suerte y encontráis un hueco libre, es bastante agradable sentarse en la zona porticada con las réplicas de esculturas. Eso sí, no vayáis con comida, puesto que los guardas vigilan incansablemente para que nadie entre con un bocata o haga el tonto con las esculturas. Pero es un buen sitio para descansar un rato, mirar gran cantidad de arte condensado en unos cuantos cientos de metros cuadrados y prácticamente al aire libre, y observar el ir y venir de la gente, mientras algún músico toca algo en los alrededores.


Escultura de Perseo y Medusa, que según nos comentaron sí es original

Otro punto de interés, justo al lado del palacio (a la derecha de la entrada), es la Galeria Uffici (Galleria degli Uffizi), otro palacio-museo propiedad de los Medici y que ahora alberga su colección de obras de arte. El exterior del edificio está decorado por diversas esculturas de personalidades famosas de la historia de Italia, y da a un arco que desemboca en el río Arno, donde se pueden disfrutar de unas estupendas vistas de la otra orilla de la ciudad, y del Ponte Vecchio.

Río Arno y vistas de Florencia

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