martes, 15 de noviembre de 2011

Karl Johans gate, Oslo

Karl Johans gate es la calle principal de Oslo. Conecta con el palacio real, formando un largo corredor alrededor de la cual se encuentran algunos de los edificios administrativos y de recreo más importantes de la ciudad, como el mencionado palacio, el ayuntamiento, la catedral o la estación central.

La calle recibe su nombre pocos años después de la muerte del rey Karl Johans, que gobernó en Suecia y Noruega desde 1818 a 1844, y tiene una longitud de un kilómetro, aproximadamente.

Karl Johans gate

Después de ver el palacio, bajar por esta calle era el siguiente paso lógico, puesto que así tendría todo el resto de edificios a mano. Cuenta también con un parque bastante animado, con gente tocando música o simplemente paseando, y también un pequeño estanque, donde tuve que mantener un duelo de voluntad con una gaviota para que no se acercara demasiado a mi comida.

Aquí está, haciéndose la despistada

Haciendo fotos en el parque

Desde aquí, hay algunos edificios a tiro de piedra que destacan un poco más sobre la media, aunque tampoco demasiado, esta zona se recorre bastante rápido. El más impresionante de todos los edificios, a pesar de que por fuera no lo parece, lo dejo para otra entrada, porque ese sí merece la pena pararse un rato más. Os dejo con las fotos del teatro nacional y de otro edificio que me gustó.

Edificio anexo al ministerio de asuntos exteriores

Teatro nacional (Nationaltheatret)

Otra vista del teatro nacional, desde el lado opuesto

4 comentarios:

  1. Jejeje, si, las gaviotas son muy peligrosas cuando hay comida por medio...xDD

    ResponderEliminar
  2. Ya ves, tuve que agudizar todo mi ingenio xD
    Eso sí, a vigilar mi comida no me gana nadie... xDDD

    ResponderEliminar
  3. Uy, los duelos con las gaviotas por la comida, son épicos. Yo tuve uno muy arduo en Tallin, al final no me acabé el bocadillo y le tiré el resto al pollo. Lo peor de todo es que me miró con desdén, no se lo comió y se largó. Me sentí profundamente humillada por dicha gaviota.

    En fin, que la calle ésta en cierta manera me recuerda a Unter den Linden, sólo que sin obras y la germana es más bonita (y sin gaviotas vacilonas).

    ResponderEliminar
  4. Jajajajaja, solo lo hacía para fastidiar entonces. Maldito bicho... xD

    En cambio los gorriones son más majetes. Un día empecé a tirarles migas y me formé un pequeño ejército de 10 gorriones, que esperaban a pocos centímetros de mi.

    ResponderEliminar