lunes, 7 de noviembre de 2011

El palacio real de Oslo

Otra de las ciudades que he podido conocer estando en Noruega (que no han sido muchas, por desgracia) fue Oslo, la capital. Allí llegó mi vuelo y aproveché para ver algunos de los puntos clave, como el palacio real.

Este data de la primera mitad del siglo XIX, construido entre 1825 y 1849, y es la actual residencia de los reyes de Noruega. Cuenta con 173 habitaciones y en agosto estaba en proceso de restauración, que por lo visto no ha sido muy bien acogida por el dinero que cuesta la obra...

Palacio real de Oslo

Otra vista del palacio

Personalmente no encontré especialmente destacable el palacio, y el que estuviera en obras no ayudaba mucho a crear una gran impresión. Los noruegos no parecen ser amantes de grandes ostentaciones, su estilo se basa en la sencillez y cosas prácticas, así que no hay que esperar encontrarse palacios recargados. Lo que sí me sorprendió fue que casi podías llegar a la puerta de entrada sin cruzarte más que con dos guardias, en continua vigilancia eso sí.

 Estatua del rey Karl Johan, mirando hacia la avenida que lleva su nombre
 
Más que el palacio, me encantó el parque en el que se encuentra (Slottsparken, parque del palacio), precioso. Mi hotel en Oslo estaba justo al lado del parque, y por tanto del palacio real, así que fue lo primero que vi cuando comencé el recorrido mi primer día por tierras noruegas. 

Como sería una constante a lo largo de todo el viaje, el parque está lleno de verde, gente haciendo deporte, jugando, gaviotas y cuervos y mucha paz y tranquilidad, a pesar de estar en la capital.

Pequeño puente en el parque del palacio

Paz y tranquilidad...

Otra vista del puente

Estatua entre los árboles

4 comentarios:

  1. Muy bonito no es, no nos vamos a engañar. Eso sí, el parque no está mal, aunque al lado del palacio real español y sus jardines, desde luego que deja un poquito que desear. Qué se le va a hacer, a mí me gustan algo más recargados XD

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  2. Sí, si comparamos sale perdiendo, jeje. A mi también me gustan con más detalles, como edificio con valor arquitectónico son mucho más impresionantes, claro.

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  3. Por los colores me recuerda al Palacio de Schönbrunn, en Viena, pero más feo y mucho más pequeño, jeje. Seguramente que si lo hubieras visto sin las obras, y con la entrada un poco arreglada, te habría gustado más. En canvio, el parque sí que es bonito.

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  4. Sí, algo más me habría gustado, seguro, aunque tampoco es muy espectacular... xD

    El parque sí que estaba mejor, era un sitio muy tranquilo para descansar o pasear.

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