lunes, 10 de septiembre de 2012

Oporto, primeras impresiones

Hola a todos, como algunos ya sabréis por Twitter, me he venido a vivir a Oporto tres meses por motivos de trabajo. Con las vacaciones y preparar el viaje, el ritmo del blog había decaído bastante, pero espero retomarlo a partir de ahora. Y por supuesto, las entradas sobre Portugal ganarán protagonismo, aunque no me olvidaré de todo lo que queda pendiente, que es mucho.

Oporto es la segunda ciudad de Portugal por habitantes, después de Lisboa. Curiosamente, la ciudad cuenta con unos 240000 habitantes, pero si se cuenta el área metropolitana, llega hasta aproximadamente dos millones. Esto quiere decir que el centro de la ciudad, el Oporto clásico, es "relativamente manejable", pero si se cuenta todo lo demás tenemos un terreno bastante grande.

Oporto y Vilanova de Gaia en la otra orilla del Duero

Catedral y calles principales del centro

Llegué el viernes en avión, y de las primeras cosas que te encuentras en el aeropuerto es gente dando mapas gratis de la ciudad, que incluye también el mapa de metro. Muy, muy útil y de agradecer, así que pillad uno si venís a ver la ciudad. La forma más barata de llegar a la ciudad desde el aeropuerto es el metro. Este está en la misma estación, bien indicado, y el viaje no os costará más de 2€. Como vivo en una de los barrios de las afueras, el viaje prácticamente duró unos 40 minutos, pero me dejó en la puerta de casa a un precio inmejorable.

Este fin de semana lo he aprovechado para ir conociendo un poco la ciudad, callejear por el centro, mirar dónde hay supermercados para hacer la compra, probar la gastronomía portuguesa... Ya a partir de mañana toca trabajar, así que  tendré que aprovechar las tardes y los fines de semana para ir conociendo poco a poco la ciudad y sus alrededores, pero ya en estos escasos dos días y medio puedo hacerme una idea de cómo es. Y de momento lo que he visto me gusta. Oporto está impregnada de ese aire nostálgico tan presente en Portugal, aunque en muchas ocasiones se pasa de lo nostálgico y añejo a lo deteriorado y abandonado, y de esto hay mucho también en Oporto. Tiene grandes contrastes, tan pronto hay centros comerciales tremendamente modernos con la última moda, un metro muy nuevo y en muy buen estado, a la vez que una cantidad impresionante de edificios se caen a pedazos o están abandonados y tapiados. Especialmente en el centro.

Metro sobre el Puente de Luis I

Calles empinadas por todo el centro de la ciudad...

Vista del centro con la Torre dos Clégicos al fondo

Para moverse por la ciudad lo mejor en mi opinión es el metro. Me parece muy útil y recomendable, ya que tiene estaciones en las zonas más importantes, aunque sorprende la falta de diversidad en las líneas. Hay un tramo bastante extenso que cruza la ciudad de oeste a este compartido por 5 líneas, y muchas otras zonas donde no hay estación. Imagino que donde no hay es porque no interesa, pero me extraña ver 5 líneas diferentes recorriendo casi toda la ciudad y diferenciándose únicamente en sus extremos. En cualquier caso y salvo que queráis cruzar la ciudad de punta a punta, generalmente solo gastaréis 1.15€ por trayecto, el equivalente a cruzar por dos zonas. Mientras más crucéis, más caro es el billete. Para montar en metro hay que comprar una tarjeta, que se va recargando y validando cada vez que se use. También hay disponibles opciones por días y pases mensuales, de los que tendré que conseguir uno.

En otro orden de cosas, se nota también que Oporto es una ciudad muy turística (principalmente de españoles). Así, aunque por lo general es una ciudad barata fuera del centro, y uno se puede tomar un café por 0.60€, una caña por 1€, desayunar por 1.20€, comer el plato del día con bebida por 5-6€ en fin de semana..., si vais a la Ribeira os encontraréis como todo se duplica o incluso algo más. En cualquier caso, sigue siendo más barato por lo general que las zonas turísticas españolas, aunque también he visto restaurantes de precios elevados. En definitiva, que saber buscar importa mucho si queréis ahorrar unos euros. Hoy he comido justo al lado de la Ribeira por menos de 9€ (plato más bebida, postre y café), y esto mismo me hubiera costado seguramente el doble un par de calles más abajo, en la zona más turística.

En la Ribeira, en la orilla del Duero

Vista de la zona histórica de Oporto, desde lo alto del puente de Luis I

Y sobre el idioma, no he hablado nada de inglés, ni ha hecho falta. La verdad es que se me hace raro hablar en inglés con los portugueses, y hasta la fecha nos hemos entendido de maravilla hablando ellos en portugués y yo en español o con algún retazo de portuñol.

Por hoy eso es todo, ¡ya iré comentando más cosas!

0 comentarios:

Publicar un comentario