martes, 6 de marzo de 2012

El Paseo de Pereda

Uno de los ejes principales de Santander es el Paseo de Pereda, que se prolonga desde poco después del ayuntamiento y llega hasta Puertochico, antaño refugio de los barcos pesqueros de la ciudad, y hoy puerto deportivo. A lo largo de esta calle se puede disfrutar de las estupendas vistas de la bahía de Santander, que si acompaña el tiempo es un agradable paseo, así como edificios como el Palacete del Embarcadero, construido originalmente como estación de pasajeros y utilizado en la actualidad como sala de exposiciones.

Bahía de Santander

Palacete del Embarcadero

La sede del Real Club Marítimo de Santander

Esta zona además no fue afectada apenas por el incendio que afectó a la ciudad en 1941 y que arrasó con gran parte de ella, de modo que es una de las zonas más antiguas, existiendo edificios de finales del siglo XVIII. Entre los mayores alicientes de este paseo, están los Jardines de Pereda, un refrescante parque donde descansar y tomar un buen helado. Estos jardines se levantan sobre el antiguo puerto de la ciudad, y en ellos destaca el monumento a José María de Pereda, novelista cántabro a quien están dedicados tanto el paseo como los jardines.

Jardines de Pereda, con el edificio del Banco Santander al fondo

También se puede disfrutar de edificios emblemáticos de la ciudad como el edificio del Banco Santander o la Plaza Porticada. El primero es de estilo neoclásico y con la idea original de ser un hotel, pero el Banco Santander compró su propiedad en 1919. Destaca el enorme arco de su fachada, que tuvo que construirse así debido a que debía respetarse la calle que lo atraviesa. Por su parte, la Plaza Porticada o Plaza de Velarde se construyó con posterioridad al incendio de 1941, y en la actualidad está ocupada por órganos gubernamentales. Al parecer, durante la última remodelación se han encontrado restos de la antigua muralla medieval y de la Puerta del Mar, antigua entrada marítima a la ciudad.

Plaza Porticada

Es un paseo muy agradable y recomendable si visitáis la ciudad. Si lo hacéis en verano, os recomiendo que compréis un helado en Regma mientras camináis por el Paseo de Pereda, disfrutando de los edificios o descansando un rato en los jardines, que os hará falta después de subir y bajar tanta cuesta por el resto de la ciudad. Muy relajante. Por las cercanías de este paseo se encuentran también diversos locales donde tapear a base de pinchos, que sale algo caro pero desde luego merece la pena probarlos por lo elaborados y ricos que están.

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