St. John's College

Cambridge, Inglaterra

Nyhavn

Copenhague, Dinamarca

Río Nidelva desde Bakke Bru

Trondheim, Noruega

Templo romano

Évora, Portugal

Piazza della Signoria

Florencia, Italia

Castillo de Eilean Donan

Dornie, Escocia

Río Duero

Oporto, Portugal

Molinos

Alkmaar, Países Bajos

Fiordo de Lyse

Preikestolen, Noruega

jueves, 19 de julio de 2012

Pisa

En mayo realicé un pequeño viaje a Italia, donde visité un par de ciudades en la Toscana. Aunque me encantaría realizar un viaje diferente por esta región, en esta ocasión visité dos de las ciudades más grandes de la zona: Pisa y Florencia. Dejaré el otro viaje, más centrado en visitar los pueblos característicos de esta región italiana, para una futura visita. La primera ciudad en la que estuve y donde me alojaba fue Pisa. Cuenta actualmente con casi 90 mil habitantes, y tuvo una gran importancia durante los siglos X al XIV, como potencial naval. Posteriormente pasó a ser controlada por Florencia, lo que según me dijeron explica el pique entre las dos ciudades, aunque parece que Pisa mantiene una rivalidad con el resto de ciudades importantes de la zona, como Livorno o Genova.


Edificios a la orilla del río Arno

Callejeando por el centro de Pisa

Lo más destacable es la Piazza dei Miracoli, que aloja el conjunto de la torre con la catedral y el baptisterio, y que sin duda es lo más llamativo de esta ciudad. La catedral comenzó a construirse en el siglo XI, y por fuera es bastante bonita, muy diferente a las catedrales castellanas a las que estaba acostumbrado, y con ciertas reminiscencias islámicas. Al parecer el interior merece la pena también, pero no pude visitarlo por falta de tiempo. Como curiosidad, la catedral también está inclinada, aunque no tanto como la torre. 

Y es que la torre de Pisa es la verdadera estrella de la ciudad; y lo saben, por eso cobran 15€ por subir (17€ con reserva), lo que me parece muy caro, por lo que me contenté con verla desde el suelo. Es el campanario de la catedral, y se comenzó a construir a finales del siglo XII, comenzando a inclinarse por un problema con los cimientos al poco tiempo. Intentaron compensar la inclinación, hecho que se puede apreciar en los distintos pisos de la torre, dándole una forma curva, y fue reabierta recientemente tras realizar un trabajo de mantenimiento para impedir que se siga inclinando. 

En la plaza también se puede ver el baptisterio, el más grande de Italia y que terminó de construirse en el siglo XIV, y el camposanto, terminado en el siglo XV y que alberga unas 600 lápidas, así como varios sarcófagos de época romana. Pasear por la plaza es gratuito (¡menos mal!), pero para entrar al resto de monumentos hay que pagar, pudiendo comprar entradas combinadas para varios monumentos. Desgraciadamente, no tuve tiempo para entrar a ninguno de los monumentos que me interesaban, me tuve que contentar con verlos por fuera, y esto por lo menos es básico si visitáis Pisa.

Catedral de Pisa

Catedral y baptisterio, con la torre al fondo

La torre inclinada de Pisa

Al pie de la torre

Hora punta en la Piazza dei Miracoli

Panorámica general

También es remarcable la Piazza dei Cavalieri, antiguo centro político de la ciudad y que alberga algunos edificios bastante bonitos, como el Palazzo della Carovana, que ahora acoge a la Scuola Normale Superiore, o la iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri, construida para los caballeros de la orden de san Esteban, fundada en el siglo XVI por los Medici para combatir a los sarracenos en el Mediterráneo. Por desgracia, la plaza estaba totalmente en obras, así que no invitaba mucho a disfrutar de su conjunto, pero sí que pude apreciar la belleza de estos edificios.

El palacio y la iglesia (al lado a la derecha) en la Piazza dei Cavalieri

Un rincón de Pisa

Terrazas y casas en el centro

El resto no es especialmente destacable, aunque no obstante el centro es bastante pintoresco, con sus casas pintadas de distintos colores, las terrazas con gente tomando algo y las colas para disfrutar de un refrescante helado. Esto último os lo recomiendo sin dudar, si encontráis una buena heladería (que reconoceréis por el tamaño de la cola), parad un rato y disfrutad de un buen helado, y si además el día está caluroso, tanto mejor. Pisa es una ciudad bastante acogedora para dar un paseo, sentarse y tomar un café o un helado, o salir a cenar algo (impresionantes las cartas de tres páginas de pizzas...), si uno aguanta la oleada de vendedores ambulantes que acosa cansinamente a la gente. Si queréis visitar la ciudad, creo que un día es el tiempo justo para verla, se puede disfrutar de la Piazza dei Miracoli, la Piazza dei Cavalieri, ver algún museo si queréis y tomar algo por sus calles. Es por tanto una buena opción para incluir en una ruta, pero no como destino único.

martes, 10 de julio de 2012

Trujillo y la Feria del Queso

Uno de los motivos para realizar la ruta por Extremadura fue visitar Trujillo aprovechando la Feria del Queso que se realiza anualmente en dicha localidad extremeña sobre el mes de mayo. Esta ciudad fue cuna de personajes históricos como Francisco Pizarro, Francisco de Orellana o Diego García de Paredes, y actualmente cuenta con una población que ronda los 10000 habitantes. Sin duda uno de los puntos que más destacan de la ciudad es su castillo, visto desde la autovía que conecta Badajoz (y Lisboa) con Madrid, pero no es el único edificio pintoresco, ya que la Plaza Mayor muestra también un conjunto de palacios medievales bastante bonitos y que bien merecen una visita si estáis por la zona.

Salimos de Cáceres por la mañana y llegamos en un rato a Trujillo, ya que solo las separan 47 kilómetros. Cuando llegamos ya tenían montados los tenderetes de la Feria del Queso en la Plaza Mayor. Este evento es uno de los más importantes del país relacionados con el queso, y había mostradores de diversas queserías provenientes de distintas partes de la península. El sistema funciona mediante tickets, se compran en casetas y se canjean en los stands por tapas de queso o vino, lo que agiliza el proceso al evitar el cambio de dinero. 

A pesar del mal tiempo había mucha gente, y a veces era un pelín agobiante sortear a tantas personas en los stands. La muestra de queso es abrumadora, los hay a centenares y de todos los tipos, imposible probarlos todos. Yo personalmente probé al menos una decena, descubriendo alguno que otro muy rico, y por supuesto otros más pasables, y lo mismo con los vinos. A todos los que os guste el queso, tenéis que probar un año a pasaros por esta feria y dar un paseo por Trujillo. Por supuesto, además de probarlos podéis comprarlos, y a buen precio además en algunas queserías. Por mi parte cayeron un par de quesos de untar portugueses, que estaban bien ricos. 

Llegando a la zona antigua de Trujillo (al fondo)

Feria del Queso en la Plaza Mayor

Otra vista la Plaza Mayor y la Feria del Queso

Desafortunadamente, el tiempo no acompañó en absoluto. Estuvo lloviendo intermitentemente todo el día, y de vez en cuando caía algún chaparrón más considerable, lo que hizo que no pudiéramos disfrutar del todo de un paseo tranquilo por las callejuelas de la ciudad. Aun así, nos dio tiempo a visitar la parte antigua de Trujillo, situada dentro del recinto amurallado, y llegar hasta el castillo. Ahí se puso a llover y tronar y decidimos bajar de nuevo hacia la zona de la Plaza Mayor. Debido al mal tiempo, tampoco había demasiadas ganas de patearse los barrios antiguos, ya que apetecía más irse a una cafetería y tomarse un buen café caliente para entrar en calor. 

A pesar de las pocas fotos que podáis ver aquí, Trujillo tiene mucho más que ofrecer, al menos para pasar una mañana paseando por sus calles y viendo el castillo, o un día si completáis la visita con la Feria del Queso. Merece mucho la pena la Plaza Mayor, detenerse un rato en las fachadas de los palacios que allí hay, y subir al castillo pasando por el antiguo barrio árabe. Quizá no tenga ningún elemento especialmente destacable, pero al igual que en otras ciudad, es el conjunto artístico que forman todas estas casas de piedra, iglesias y callejuelas lo que le confiere su encanto.

De camino a la parte intramuros de Trujillo

Parte antigua de Trujillo

El castillo

Torres en la parte árabe de la zona antigua de Trujillo

Vistas desde el castillo

A nosotros nos esperaba la comarca de La Vera, así que hacia allí nos dirigimos...